Cuando tienes un vecino molesto es difícil disfrazarlo y así parece que le ocurrió al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a quién le consultaron por su colega norteamericano en medio de la impresionante oleada de protestas que dejó la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis.

Un periodista le preguntó a la autoridad gubernamental canadiense por las latas de humo y las bolas de pimienta que se utilizaron contra los manifestantes estadounidenses para que el presidente Trump pudiera tener una sesión de fotos frente a una iglesia quemada cerca de la Casa Blanca.

En lugar de ofrecer una respuesta inmediata, la pregunta fue recibida en silencio. Después de unos segundos, Trudeau abrió la boca ligeramente, pero no habló. Su silencio continuó por más de 20 segundos.

Finalmente, Trudeau habló. “Todos observamos con horror y consternación lo que está sucediendo en Estados Unidos”, dijo.

“Es un momento para unir a las personas, pero es un momento para escuchar, es un momento para aprender qué injusticias continúan a pesar del progreso durante años y décadas” añadió Trudeau. Pero puntualizó que “es un momento para nosotros como canadienses para reconocer que nosotros también tenemos nuestros desafíos, que los canadienses negros y los canadienses racializados enfrentan la discriminación como una realidad todos los días”.