Al menos 373 personas murieron, 128 siguen desaparecidas y 1.459 resultaron heridas en el tsunami que el sábado alcanzó a Indonesia, según la Agencia Nacional de Gestión de Desastres.

El último balance era de 281 muertos y más de mil heridos, pero las autoridades indonesias ya habían advertido que “el número de víctimas seguirá aumentando”.

El tsunami ocurrió el sábado por la noche, en el Estrecho de Sunda, entre las islas de Java y Sumatra. Los científicos creen que fue provocado por el deslizamiento submarino de tierra, causado por la erupción del volcán Anak Krakatau.

Como no hubo un terremoto antes, no originó alertas. Por otro lado, las autoridades confundieron inicialmente el tsunami con una marea creciente y llegaron a apelar a la población para no entrar en pánico.

“Fue un error, lo sentimos mucho”, escribió en la red social Twitter el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, Sutopo Purwo Nugroho.

La Asociación Médica Indonesia dio cuenta de que está enviando más médicos y equipos para el terreno y que muchos de los heridos necesitan tratamiento especializado en las áreas de ortopedia y neurocirugía.

La misma entidad reveló que la mayoría de los pacientes reside en Indonesia.

Este fue el segundo tsunami que llegó a Indonesia este año, pero el que alcanzó la isla de Celebes el 28 de septiembre, en el que murieron más de 1.200 personas, fue acompañado de un fuerte terremoto.

Indonesia es el cuarto país en número de habitantes y también uno de los más castigados por desastres naturales.

La ubicación geográfica de Indonesia, en el Anillo de Fuego del Pacífico, y el número de volcanes activos en el país, más de cien, hacen a la nación propensa la gran actividad sísmica.

El peor tsunami en Indonesia se produjo el 26 de diciembre de 2004 en el norte de Samatra y causó unas 230.000 muertes en una decena de países bañados por el Océano Índico, de los cuales 168 mil en territorio indonesio.