En Bolivia se vive una sequía crítica que tiene a varios sectores de la sociedad preocupados por el vital elemento, por lo que Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) de Bolivia se coordinará con la Empresa Pública Social de Aguas y Saneamiento Básico (EPSAS), para distribuir agua potable en camiones cisterna a los panificadores afectados por el racionamiento, con el objetivo de garantizar la producción de la “marraqueta”, también conocida como pan de batalla en ese país.

El gerente de Emapa, Avelino Flores, dijo que se utilizan alrededor de 15 litros de agua por quintal de harina para la elaboración del pan de batalla y no así 40 litros como habían señalado los dirigentes.

“Ante un sector panificador que estuviera tratando de racionar la elaboración de pan por la carencia del líquido elemento, EMAPA organizó acciones que se suman a la estrategia del Gobierno para distribuir agua potable en cisternas” declaró Flores.

El ejecutivo explicó que los panificadores que requieren agua pueden hacer su requerimiento a una línea telefónica gratuita dispuesta para esos motivos.

“Informamos a la población que el agua para la elaboración del pan de batalla está garantizada, (…) cualquier sector panificador que quiera coordinar con nosotros tenemos la base de datos de los panaderos y a través de la línea gratuita vamos atender su solicitud”, puntualizó.

Respecto a las alarmas encendidas por un posible desabastecimiento de pan, Flores dijo que “es una locura, es totalmente sesgado y tendencioso. El consumo por cada quintal no pasa de los 15 litros de agua, imagínense para 2.000 litros tendría que producir por día 100 quintales es imposible. Cada panadero promedio produce cuatro quintales por día y necesitaría 60 litros es suficiente no pasa de eso, es totalmente manipulada la información”.