Las autoridades mexicanas asestaron un duro golpe a la red de tráfico de bebés de ese país al desbaratar un sistema de ventas de recién nacidos en el estado de Sonora.

Fueron 16 los integrantes detenidos de esta organización ilegal, entre ellos un ex funcionario del estatal Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia.

En la red participaban trabajadores estatales y lograron identificar a mujeres en estado de absoluta vulnerabilidad que iban a dar a luz al Hospital de la Mujer.

El esquema fue armado por Vladimir Arzate Carbajal de 30 años, quien fue hasta mayo subdirector de la Procuraduría de la Defensa del Menor.

Junto a Arzate trabajaba su amigo abogado José Manuel Hernández López, quienes se encargaban de robarse a los recién nacidos junto a personal del hospital para venderlos en un precio entre 80 mil y 150 mil pesos mexicanos.

El procurador de Sonora, Javier Navarro, señaló que “entre estas dos personas se encargaban de identificar a la madre en estado de vulnerabilidad y a la pareja que estaba dispuesta a recibir al bebé en adopción previo pago de una cantidad de dinero”.

La autoridad explicó el bebé se legalizaba una vez que se ponían de acuerdo entre los dos inculpados y luego se conseguían un aviso de nacimiento que se le entregaban a la pareja, que a su vez llevaba al Registro Civil para presentarlo como su hijo biológico.

Navarro detalló que se han identificado nueve menores víctimas por lo que los detenidos podrían alcanzar penas de hasta 40 años de cárcel.

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